El prototipo instalado y operado en Cádiz (España) consistía en dos equipamentos principales: un biorreactor de nitrificación, alimentado por lixiviados de vertedero, y un biofiltro anóxico, alimentado por el efluente del biorreactor de nitrificación y el biogás de los pozos del vertedero.
El principal objetivo de la operación de este prototipo fue recopilar información para la optimización de la tecnología, la búsqueda de los límites tecnológicos, así como la definición de estrategias de control avanzadas. El prototipo estuvo en funcionamiento durante 12 meses en el complejo ambiental de Miramundo-Los Hardales y posteriormente, se trasladó a una planta municipal de gestión de residuos sólidos en Atenas (Grecia).
La instalación del prototipo permitió mostrar la robustez de la tecnología propuesta permitiendo obtener un subproducto de interés (azufre elemental) además de reducir la cantidad de lixiviados generados en el proceso de vertido.